31 de diciembre de 2010

Una gran Apotheosis.


Cuando Caprica fue cancelada mis sentimientos fueron encontrados, por una parte deseaba que la precuela de la mejor producción de la década encontrara su camino, pero por la otra y tras ver episodio tras episodio sentía que su rumbo se iba haciendo cada vez más incierto y lúgubre y su trama religiosa demasiado omnipresente, y es que los primeros episodios de la segunda mitad de la temporada adolecen del mal que sufrió la primera parte, pero los tres últimos capítulos de la serie me han hecho recordar la grandeza del universo BSG.

Pienso, y estoy totalmente convencido que Caprica ha sufrido los avatares de una emisora en periodo de redefinición, nunca antes la ciencia ficción había sido tan sólida, ni si quiera con su serie madre, que adoleció de los males que todos reconocemos aún siendo un producto formidable, Caprica era la evolución del camino que marcó Galactica, y dejad que me apesadumbre, porque si SYFY ha dejado correr una producción de este calibre tras haber visionado toda la temporada, es que algo debe estar fallando.


Lo primero que tengo que decir es que animo fervientemente a todo fan de la saga el visionado de la serie, los 18 episodios que conforman Caprica presentan un desarrollo y nudo coherentes, y el epilogo final nos muestra un enlace satisfactorio hacia lo que debería haber derivado la serie si se hubiera continuado emitiendo, cuatro minutos que sientan las bases de muchos de los conceptos que se daban por sentado en la serie madre y que muestran lo que pudo ser y no fue, muestran, junto a los últimos tres episodios de la serie, que Caprica se redimió, que Caprica finalmente era lo que estábamos buscando y que había llegado al sitio donde se encontraba cómoda y podía desarrollar una historia convincente, mágica y capaz de sobrevolar los clichés del género.

Y es que desde el minuto cero, este drama se ha mostrado alejado de los recurrentes tópicos a los que siempre recurre la ciencia ficción, y a los que recurrió también en parte BSG, utilizando recursos tecnológicos, por supuesto, pero primando el drama puro y duro, las interrelaciones entre los personajes, y lo que es más importante, afrontando el tema de la religión desde un ángulo completamente revolucionario, y muy actual.


Creo que el choque entre las dos formas existentes de experimentar la religión ha sido su motor fundamental, y ese, no es igual de trepidante que una escapada desesperada hacia lo desconocido, pero demuestra lo adulta que se convirtió Caprica, y ese fue quizás su talón de Aquiles. Y no, no estoy insinuando que la audiencia no haya sido capaz de comprender o valorar una producción que me ha hecho disfrutar como hacía tiempo no lo conseguía una serie, eso sería de necios, pero quizá el desarrollo de nociones tan peliagudas en una serie que aún no ha desarrollado su mitología es demasiado como para fidelizar al espectador, aunque eso sea materia de otro debate.

La saga continúa, las esperanzas están puestas ahora en Galactica: Blood & Chrome.

27 de diciembre de 2010

NCIS: El secreto de un éxito inesperado.



NCIS se proclamó durante la anterior temporada seriéfila como la ficción más vista de la televisión americana con una media de 19,4 millones de seguidores, una cifra astronómica para la fraccionada industria americana, sobrepasando en términos cuantitativos a ficciones tan populares y conocidas como The Mentalist o C.S.I que ocuparon el tercer y el cuarto lugar en un ranking que venía coronando esta última durante casi una década.

NCIS es el claro paradigma del éxito sin precedentes que puede tener una ficción creada para rellenar un hueco específico en la programación que va creciendo de forma exponencial hasta convertirse en un autentico fenómeno de masas, y aunque su gestación no fue casual, su historia y su progresión son dignas de tener en cuenta. 



Cuando se habla de NCIS pocas veces suele referirse a ella como un spin-off, pero así es, aunque su serie madre lleve fuera del aire desde hace un lustro. Su predecesora, JAG, fue un estreno de la NBC que no consiguió el favor del público durante su primera temporada y fue abruptamente cancelada tras haber emitido tan solo 21 episodios (dejando en el aire el 22) y quedando en una dudosa posición 79 en la tabla de audiencias americanas.  Todo parecía perdido pero el principal competidor de NBC en aquella época, CBS, resucitó la serie como un relleno para la mid-season, un relleno que resultó ser mucho más que eso, ya que consiguió emitir nueve temporadas más en la cadena del ojo, eso si, siempre con un éxito más bien moderado, aunque no por ello menos sólido.

Tras ocho temporadas, los responsables de la emisora decidieron dar la oportunidad a la serie de expandir su marca con el nacimiento de un spin-off que testarían en la misma serie madre. NCIS supo contentar a los productores de la CBS y consiguió el visto bueno para convertirse en serie regular.


Ya desde su primera temporada comenzó a marcar guarismos similares a los de JAG, pero la curva ascendente en cuanto a datos comenzó a mostrarse de forma temprana, siendo uno de los pocos ejemplos en los que una ficción ha ido aumentando sus datos según aumentaba el número de episodios emitidos en la TV en abierto, pasando de los 11, 84 millones en su primera temporada a 15,30 en la tercera, 17,89 en la sexta, o la inalcanzable media de 19,33 millones en la séptima temporada.

JAG finalizó su recorrido dos años después del estreno de NCIS, con una gran erosión de audiencia y tras diez temporadas, pero tras ver los buenos resultados del spin-off, los mandamases de la CBS decidieron seguir explotando el universo dramático de la saga con la creación de NCIS: Los Angeles, otro espectacular éxito que lleva “beneficiándose” del lead-in de su serie hermana durante casi dos temporadas y que se convirtió el año pasado en el mejor estreno de 2009, siendo además la segunda ficción más vista de la televisión, cerca, esta vez si, de The Mentalist y C.S.I.


Volviendo a hablar de NCIS cabe destacar que, en la actualidad, promedia su octava temporada con unos niveles de audiencia impropios de un drama, por muy procedimental que sea, al que no le afecta ni la fragmentación, ni el cansancio de los espectadores ni el abandono de sus estrellas más emblemáticas.

Lo más curioso, quizá, es que nos encontramos ante un producto que no cuenta con grandes estrellas, que no hace ruido mediático, que es difícilmente exportable por su temática y que consigue vertebrar la nueva noche fuerte de la televisión americana con una fuerza digna de estudio.

19 de diciembre de 2010

Un giro sobrenatural: de Sci-Fi a Syfy.



La emisora norteamericana dedicada a la ciencia ficción viró su estrategia de programación hace tan solo 1 año medio, en julio de 2009, con un cambio de nombre y la promesa de convertirse de forma gradual en un canal no solo especializado en el género de la ciencia ficción sino en un espacio mucho más generalista que tuviese capacidad de llegar a un mayor número de espectadores no familiarizados con un género un tanto particular.

Atrás quedaron grandes producciones como Stargate o su spin-off Stargate: Atlantis, FarScape o la joya de su corona Battlestar Galactica, con cuyo final se marcó un antes y un después, aunque bien es cierto que la renombrada Sci-Fi venía abriendo un camino innovador tiempo atrás con el desarrollo de reality-shows paranormales y dramas alejados de los clichés del género, las naves espaciales y los extraterrestres.  Hace ya casi dos años, hablaba de la cadena como el hogar de las series de culto y pormenorizaba su oferta desde su nacimiento hasta esa fecha, las perspectivas eran buenas, y es que Sci-Fi desde el principio de sus emisiones se había caracterizado por emitir producciones de alto nivel, como las que he citado anteriormente, con otras de bajo presupuesto y críticas corrosivas, como Painkiler Jane o Flash Gordon.



El cambio a Syfy no gustó a la mayoría de los fans pero la buena fe de los directivos y el anuncio de la emisión de dos nuevas producciones de la talla de Caprica y Stargate: Universe para su lanzamiento hizo pensar que la línea de continuidad trazada sería la confirmación de su apuesta por las series de alto perfil, pero nada más lejos de la realidad a largo plazo.

Tras la primera parte de su primera temporada Caprica se mostró como un drama sólido, diferente, pausado pero con las aptitudes de continuar con éxito una saga que había enamorado a los seguidores, los ratings fueron bastante irregulares, y para la vuelta a la emisión de la segunda parte de la temporada se introdujeron cambios en el guión, haciendo su estructura menos densa, pero tratando temas como la filosofía, la política y la religión como ninguna otra serie antes había conseguido. Los ratings comenzaron a ser insostenibles y Syfy la canceló de manera inmediata y la retiró de su parrilla de forma fulminante en un moviendo insólito en el cable.



Stargate Universe se confirmó desde el primer momento como un producto mucho más adulto que sus predecesoras, y con su esquema mucho más elaborado consiguió nutrirse de un grupo de fans bastante notable, lo que le permitió renovar por una segunda temporada que será la última según acaba de anunciar la cadena, sus datos han caído de forma sostenida pero el medio millón de seguidores que le separa de Eureka o Warehouse 13 parece ser insalvable.

¿Y qué ocurre cuando dos producciones aclamadas por crítica y fans y que continuaban con la senda marcada por la anterior etapa del canal desaparecen? Primero y sobre todo la decepción de los fans y la mala imagen como cadena que está creando Syfy, por norma general los seguidores de ciencia ficción son fervientes en el seguimiento de los productos que les interesan y su target es el idóneo para los anunciantes y la salida masiva de merchandising derivado, y segundo, la percepción de que ahora sí es cuando la antigua Sci-Fi vira sus contenidos hacia una audiencia más amplia con la continuación de series mucho menos arriesgadas como Warehouse 13 o Haven, así como los nuevos productos que están desarrollando para el próximo año, con nombres como Kevin Sorbo o Jenji Kohan en una apuesta por las sitcom sobrenaturales que hacía años que no veíamos.



¿Qué os parece a vosotros este giro sobrenatural como fans de ciencia ficción?, ¿Queda lugar para la esperanza, al menos, con Galactica: Blood & Chrome?

14 de diciembre de 2010

Musica pop, metatelevisión y años 20.


Vuelven los Golden Globes y a grandes rasgos lo que nos podemos encontrar ante las anunciadas nominaciones es que la suerte del principiante es inquebrantable y que hay algunas elecciones cuanto menos, impactantes.

Mejor Drama:


Broadwalk Empire
Dexter
The Good Wife
Mad Men
The Walking Dead

Decir que me sorprende la entrada en la lista de The Walking Dead sería de necios, pero es que su presencia es totalmente innecesaria, se trata de un muy buen producto, bien cuidado y sorprendente, pero no para competir en la categoría al mejor drama, y es que su estética está muy alejada de lo que podemos encontrarnos en las demás series. ¿Quién habría dicho que una serie de zombies podría ganar un Golden Globe hace 2 temporadas?

Broadwalk Empire tenía todas las papeletas para entrar en competición pero Breaking Bad y, por ejemplo, Treme no deberían haberse quedado fuera.

Mejor Sitcom o Musical:


30 Rock
The Big Bang Theory
The Big C
Glee
Modern Family
Nurse Jackie

Aquí  Showtime se lleva la palma con dos nominaciones, The Big C ha pegado fuerte y es el acierto de  la temporada y Nurse Jackie evidencia que los últimos estrenos de la cadena de cable son éxitos clamorosos, por lo demás una nominación para NCB, CBS, ABC y FOX, las cuatro grandes con productos más que asentados y de calidad indiscutible, eso si, no entiendo lo de Glee en absoluto, es un producto de consumo rápido bien construido, pero nada más.

Mejor actor de Drama:


 Steve Buscemi
Bryan Cranston
Michael C. Hall
Jon Hamm
Hugh Laurie

Nada nuevo bajo el sol, Steve Buscemi puede dar la sorpresa, pero el que más papeletas tiene de repetir premio es Cranston, aunque alguno de los 3 eternos nominados pueden resarcirse este año, quién sabe.

Mejor actriz de Drama:


 Julianna Margulies
Elisabeth Moss
Piper Perabo
Katey Sagal
Kyra Sedgwick

¿Piper Perabo?, ¿Piper Perabo?, ¿Piper Perabo? He perdido la fe.

Mejor actor de Sitcom o Musical:


Alex Baldwin
Steve Carell
Thomas Jane
Matthew Morrison
Jim Parsons

Me sorprende la nominación para Thomas Jane sobremanera, ya que creo está bastante lejos de ser un actor brillante, no así los protagonistas de 30 Rock, The Office o The Big Bang Theory. Seguro que se lleva el gato al agua este último.

Mejor actriz de Sitcom o Musical:


 Toni Collette
Edie Falco
Tina Fey
Laura Linney
Lea Michelle

Laura Linney es candidata por meritos propios este año, con tres chicas Showtime es dificil que se le escape a la cadena un premio que parece reñido, Tina Fey está ya muy quemada en el circuito y no creo que Lea Michelle tenga posibilidades este año, ni mucho menos.

¿Donde están Glenn Close o Sally Field?, ¿y Marie-Louise Parker? Sin duda hay algo que no encaja, que lo de tetas saltarinas Paquin tuvo su gracia, pero esto ya es pasarse.

29 de noviembre de 2010

Jugando a ser HBO.



Jugar a ser HBO es bueno, según por donde se mire, pero intentar crear ficciones arriesgadas, de autor, y con una trama potente es siempre bien recibido para el espectador amante de la buena televisión. HBO siempre ha sido innovadora y Showtime le ha seguido a la zaga de una manera brillante, con resultados brillantes la gran mayoría de las veces, y es que ambas pueden permitirse lujos y licencias que otras cadenas de cable no pueden hacer.

HBO y Showtime son premium, es decir, cadenas por las que el espectador debe pagar un plus para tenerlas en pantalla, al igual que Starz, mientras que otras de las emisoras de cable más conocidas como FX, AMC, TNT, SYFY o ABC Family son cadenas de cable base, emisoras que aparecen en un paquete cuando se contrata una modalidad de pago por visión.



De entre todas las emisoras de cable básico son sólo dos las que están intentando crear producciones fuera de lo común, innovadoras, adultas y con unas características que acercan posturas al cable premium pero sin muchos de los beneficios de este. FX y AMC se encuentran a la vanguardia en la creación de nuevos productos de autor, y a pesar de sus éxitos, los datos son bastante ajustados teniendo en cuenta los beneficiosos números de otras emisoras que están en igualdad de condiciones.

FX lleva 9 años apostando por la ficción propia de una forma sólida, y tras éxitos como The Shield o Nip/Tuck está en horas bajas, sobretodo desde hace dos temporadas. Hace poco hablamos de la clara apuesta de la emisora a la hora de reinventar géneros en ficción, y son los mejores en ello, pero sus apuestas no siempre cuentan con el beneplácito de la audiencia, y con su infraestructura no se pueden permitir mantener en el aire producciones con grandes críticas y reconocimiento con pequeñas audiencias.



El ejemplo más claro lo hemos vivido con Damages, serie dramática alabada por los críticos y que le suponía a FX mantener presente su nombre en todas las ceremonias de premios del circuito televisivo pero con una audiencia abismalmente reducida tanto en cifras como en demográficos. La solución fue una cancelación prematura, pero no ha sido la única, The Riches también sorprendió a la crítica pero sus datos no la permitieron continuar para una tercera temporada.

Otras apuestas que si mantiene en parrilla con datos bastante mediocres son Terriers, The League, Archer y It’s Always Sunny In Philadelphia. La primera tiene todas las papeletas para ser cancelada con datos prácticamente inexistentes y unas críticas más que favorables. The League y Archer son comedias renovadas cuyos datos generales son bastante pobres pero que cuentan con resultados muy justitos en los demográficos. Always Sunny se encuentra en un caso parecido, datos generales pobres pero presupuesto muy ajustado y datos decentes en los demográficos, cosa que la convierte en la mejor comedia del canal pero con guarismos muy alejados de su gran éxito, Sons Of Anarchy.



AMC vive una situación similar, sus series son reconocidas en el circuito televisivo de premios y alabadas por la crítica pero sus datos dejan que desear, aunque no sean estrepitosos. Mad Men nunca ha conseguido buenas audiencias pero es la niña bonita de la industria, al igual que Breaking Bad que ha mantenido unos datos regulares pero ha supuesto el espaldarazo definitivo a la marca AMC. Rubicon si sufrió y mucho para rebasar el millón de media durante su primera temporada y la cadena la canceló fulminantemente, por lo que no es oro todo lo que reluce. The Walking Dead ha sido un completo éxito y un espaldarazo todavía más definitivo que el vivido con Breaking Bad pero ¿Se puede comparar The Walking Dead con Mad Men?

Desde luego que no, la primera es una serie mucho más comercial, mucho más dinámica y menos adulta, mientras que la segunda es pausada, reflexiva y densa.



Esto pone de manifiesto la dificultad a la que se enfrentan las cadenas de cable básico a la hora de innovar, más en estos momentos en los que no les duele el pulso a la hora de cancelar producciones que no les están saliendo rentables. SYFY tenía destellos de calidad, pero con la remodelación del modelo de emisión está apostando cada vez más por una programación mucho más ligera, sino mirad como ha sido la cancelación de Caprica y su retirada inmediata de la parrilla cual network.

¿Es el triunfo de The Walking Dead un síntoma de que ya no hay cabida para las grandes series de autor en el cable básico?, ¿Refrenda esta teoría las abruptas cancelaciones de Rubicon y Caprica? Lo que está claro es que de reconocimiento no solo se vive, y que las reglas básicas del cable están cambiando de una forma, cuanto menos, acelerada.

25 de noviembre de 2010

Desgranando... Carrusel de series.


Más de diez imperdonables meses sin diseccionar ningún blog televisivo no tiene perdón, pero para remediarlo hoy nos subimos en una de las atracciones más visitadas del panorama blogueril español, Carrusel de Series.

Con más de dos años y medio de experiencia, Carrusel de Series se ha convertido en uno de los portales de crítica e información sobre televisión independientes más visitados de internet por méritos propios, especializándose en el análisis de teleseries americanas, ya sea drama, sitcom o animación y creando un amplio abanico de contenidos acorde con los gustos de su creador.


Moltisanti,  es el conductor de este espacio que analiza de forma pormenorizada el panorama televisivo estadounidense, caracterizando sus entradas con un gran nivel de detallismo, aunque sin artificios, llegando a todo tipo de aficionado a la ficción con una forma desenfadada y un estilo ágil y fresco. Además siempre suele dedicar espacio a grandes series ya emitidas pero sin olvidar los estrenos de mayor actualidad.

Entre las secciones más importantes de Carrusel de Series podemos encontrar interesantes reviews (sobretodo las de Lost que contaban con un gran éxito), Sé lo que dijisteis la última semana (con una colección de quotes en español más que interesante), Votaciones para la elección del mejor personaje de diferentes series,  10 razones (el decálogo definitivo para seguir una serie), - hablar + trabajar o parecidos razonables entre muchas otras.


Casi 750 entradas y una cantidad envidiable de comentarios avalan la trayectoria de este rincón, y es que Moltisanti es uno de los bloggers más activos con sus visitantes, tanto en el propio Carrusel  como en Twitter o Facebook.

En definitiva, el Carrusel se antoja como un espacio interesante, con información detallada sobre las producciones más actuales del momento y una sutil mirada a los grandes éxitos de la televisión contemporánea relatadas de forma sencilla, amena e imaginativa.

El Carrusel no elige las series, son ellas las que quieren subirse en él.

21 de noviembre de 2010

Caramelos para la mente Spelling.


Durante 4 décadas el apellido Spelling fue sinónimo de éxito, dinero y reconocimiento, pero sobre todo de televisión. Aaron Spelling se convirtió en el gurú de la pequeña pantalla, produciendo más de dos centenares de producciones y cogiendo el pulso de tres generaciones de espectadores, dando en todo momento lo que la industria necesitaba, brindando al trabajador de a pie el escape total a sus problemas durante 43 minutos semanales, ofreciéndoles, lo que él llamaba, “Mind Candies”.

Su carrera es el paradigma del American Dream, de padre polonés y madre rusa sufrió la mofa de sus compañeros durante la infancia y quedó huerfano muy pronto, pero su pasión por la lectura hizo que ya en 1954 pudiese vender su primer guión, aunque no sería de eso de lo que se ganaría la vida en un primer momento, y es que hasta que no fundó su propia compañía en el 66, estuvo dedicándose a interpretar papeles menores en las series de televisión de la época, como las archiconocidas Gunsmoke o I Love Lucy. Fue en 1968 cuando su primer éxito como productor ejecutivo llegaría a las pantallas con The Mod Squad. Esta producción le abrió las puertas de ABC en la que sería una de las relaciones más prosperas de la industria tal y como la conocemos hoy día.


En 1974 funda su propia compañía, Aaron Spelling Productions, y empieza un sólido volumen de trabajo con la network ABC en la creación de grandes éxitos que irá encadenando hasta el final de los 80’s. Su relación con ABC era tan estrecha que los entendidos en el mundillo se apresuraron a rebautizarla como la Aaron Broadcasting Company, por el volumen de negocio que estaban llevando a cabo, y es que no hay que olvidar que los críticos nunca estuvieron al lado del gran magnate en cuanto a alabanzas se refiere, durante décadas han vapuleado las producciones de Spelling llamándolas “Schlock Art”, que viene del yidish (lengua materna de Aaron) y significa básicamente producto de poco valor, de mala calidad. No obstante su productora facturó durante los 70’s algunos de los éxitos más notorios del panorama televisivo como :The Rookies (1972-76), S.W.A.T. (1975-76), la ultraconocida Starsky & Hutch (1975-79), Vega$ (1978-81), y su serie signatura y por la que se le sigue reconociendo al instante Charlie's Angels (1976-81).


En los 80’s firmaria un contrato de exclusividad casi absoluta con ABC, produciendo infinidad de series populares como The Love Boat (1977-1986), Fantasy Island (1978-1984), Hart To Hart (1979-1984), Hotel (1983-1988) o la joya de la corona de la época Dynasty (1981-1989) que supuso una vuelta de tuerca impresionante al género de las soap operas.

Pero en el 89 y con la cancelación de Dynasty parecía que el imperio Spelling había llegado a su fin, el contrato de exclusividad terminó y parecía que ABC no encargaría más producciones al gurú, dejándolo fuera de la parrilla tras 20 años produciendo televisión de forma ininterrumpida.


Pero la irrupción de FOX en la década de los 90’s supuso el renacer de la factoría Spelling, con la reinvención de la televisión para el género adolescente y el bombazo que supuso Beverlly Hills 90210 (1990-2000), que encumbró a Shannen Doherty, Jason Priestley y Luke Perry e hizo que Spelling TV estuviera de nuevo en la cresta de la ola, co-produciendo ese mismo año la aclamada Twin Peaks(1990-1991). Ya en 1992 y tras haber puesto en el mapa a FOX se encargó desde la cadena el spin off Melrose Place (1992-1999) que sería el vehículo de éxito durante 7 temporadas para actores de la talla de Marcia Cross o Heather Locklear.


El nacimiento de TheWB también proporcionó trabajo para el productor, ya que la network se convirtiría en su nueva ABC hasta 2006, y es que en 1996 se estrenaba 7Th Heaven (1996-2007) su serie favorita y su producción más longeva, y quizá más light. Pero no todo fueron éxitos, Savannah (1996-1997) y Safe Harbor (1999) en TheWB, Kindred: The Embrace (1996) en FOX o Sunset Beach (1997-1999) en NBC fueron estrepitosos batacazos, los últimos de la factoría, que sí triunfó con Charmed (1998-2006) que supuso la vuelta a la TV de Shannen Doherty y el “descubrimiento” de Alyssa Milano o Summerland (2004-2005) con el primer trabajo de Zack Efron.

Y es que además de series, Spelling también produjo decenas de interesantes tv movies, entre las que destacan Death Sentence (1974) con el primer papel protagonista para Nick Nolte, The boy in the Plastic Bubble (1976) con uno de los primeros trabajos para John Travolta y la miniserie And The Band Played On (1993) por la que se llevó su primer Emmy al trabajar con HBO.


Y en la actualidad aunque su empresa ha sido absorbida por la CBS, su imperio dista mucho de palidecer, pues sus ideas y antiguas series parecen reverdecer como pocas, a la adaptación en pantalla de algunas de ellas como Starsky & Hutch o Charlie's Angels se unen los remakes de sus soaps más populares por parte de CW como 90210 o Melrose Place y el proyecto de remozar Charlie's Angels para convertirla de nuevo en una serie regular.

Aaron Spelling fue capaz de capturar, durante cuatro décadas, el sentimiento popular de la sociedad, creando producciones ligeras que proporcionaban un escape total de la realidad durante una hora, series divertidas y entrenidas que nos han mantenido pegados ante el televisor año tras año. Caramelos para la mente de la factoría Spelling.

16 de noviembre de 2010

Weeds, una merecida redención.


Spoilers sobre la sexta temporada de Weeds.

La dramedia más rica y compleja de la televisión actual acaba de terminar su sexto año, y como expresa el titular de  la entrada, lo hace de la mejor de las maneras, dejando atrás la trama de años anteriores y creando un nuevo universo, más demencial si cabe, al que ya habíamos visto. El cambio fundamental es, esta vez, la redefinición del personaje de Nancy, a la que por primera vez hemos podido ver hacer un acto de sacrificio personal, un acto desinteresado, permitiendo a su familia la consecución de una vía de escape.


Durante el transcurso de la temporada hemos podido ver como Nancy comandaba una huída hacia ningún lado intentando zafarse de Esteban, mientras que Shane se convertía en un ser mucho más amoral de lo que parecía en un principio y Silas era dibujado como la verdadera conciencia de la familia, con un tío andy que sigue enamorado perdidamente de su cuñada y que haría literalmente cualquier cosa por ella.

A Weeds le pedimos que nos impresione cada nueva temporada, y lo hace. La salvaje pelea de Nancy con una de las limpiadoras del hotel, el sexo desenfrenado y gráfico con un Mark-Paul-Gosselaar que llegó, enseñó y se largó, el descubrimiento del padre biológico de Shane o el puñetazo en el coche de Esteban a Nancy en la season finale consiguen, iluso de mi al menos, sorprenderme como ninguna otra serie consigue, y la capacidad de Weeds de divertir con el humor más negro y hundirte en la miseria más absoluta en tan solo dos escenas es algo que intentan muchísimas series, pero que solo esta consigue.
 

Hemos debatido, sobre todo Nahum y yo, acerca de los valores morales que aporta o ha aportado la serie a lo largo de su recorrido, y sin lugar a dudas el último episodio de esta temporada es el más desgarrador que recuerdo, manteniéndonos el corazón en un puño y mostrando a una Nancy completamente vulnerable, sin opciones y decidida a hacer el sacrificio en mayúsculas. Y es que el motor de la serie continúa siendo Mary-Louise Parker, estupenda en Red, ya que ninguno de sus compañeros de reparto puede hacerle sombra, su carisma es incuestionable.


La próxima temporada se prevé como la última, y tras el cliffhanger al que nos tiene acostumbrados una Jenji Kohan con cameo incluido, todo parece indicar que la redención de Nancy no ha hecho más que empezar.