18 de julio de 2011

Una (muy) cruda bajada a los infiernos.


No he seguido Breaking Bad a ritmo americano hasta este momento, sabía e imaginaba por lo que me contaban que era muy buena, incluso magistral, pero había algo que me alejaba de ella, no se si por la temática o por los actores, pero he tenido la ocasión de ver las tres primeras temporadas durante este año y el primer capitulo de la cuarta temporada.


Spoilers (hasta el 4x01) a partir de este momento.

Breaking Bad es una serie desgarradora, cruda, brutal, sin concesiones. Sus tres primeras temporadas avanzan hacia un precipicio que parece no tener fondo, y siempre lo tiene. Tras el cliffhanger de la tercera temporada nos enfrentamos al más difícil todavía, a una situación más comprometida. Y una de las virtudes de este drama es que no te decepciona.

Como he dicho Vince Gilligan no decepciona, la serie puede ser pausada, te puede afligir e incluso desagradar, pero siempre consigue mantenerte enganchado y pegado a lo que ocurre, y aquí las interpretaciones tienen mucho que ver, porque el casting es espectacular. Bryan Cranston ha construido un personaje memorable, lleno de matices, vulnerable pero a la vez infranqueable y con unos valores morales que viran según la situación pero se mantienen férreos al mismo tiempo. Aaron Paul ha pegado un subidón espectacular durante la tercera temporada, y secundarios como Giancarlo Esposito ponen la guinda a este incómodo pastel que no puedes dejar de probar.

El ejemplo más claro se ve en esta season premiere en la que pasan muy pocas cosas, la muerte de Gale Boetticher (el señor de las gafas) y el terrible asesinato a manos de Gus en una escena terriblemente angustiosa, diez minutos en los que el personaje no abre la boca. Solo hacía falta ver su mirada, sus ojos, su cara, los hechos. Eso es buena televisión, que nadie me diga que no es buena televisión.

No sé como podrán salir impunes de esta situación, ni cuanto más podrá alargarse la serie, sólo se que yo seguiré al pie del cañón si continua con este sobresaliente ritmo. Y yo que pensaba que no podría olvidar nunca al peludo de Hal, ese padre despreocupado que Walter se ha comido de un bocado en cinco minutos. ¡Qué iluso!

Well… ¡Get back to work!

6 comentarios:

Un telespectador más dijo...

Ha regresado en plena forma, como se fue, con punto álgido esa enorme escena con Gus cambiandose de ropa y degollando a su empleado, totalmente angustiosa de principio a fin.

Cpnfio plenamente en Vince, pero no veo una salida a los perosanjes más allá de esta cuarta temporada...

Saludos!

OsKar108 dijo...

Entre que tenía muchas ganas de su regreso, y que este me ha parecido que ha estado (otra vez) a un gran nivel, se me ha pasado rapidísimo. Que pedazo de serie.

Que grande lo de "el hombre de las gafas" jajajajajajaja.

¡Saludos!

seriéfilo dijo...

Yo también veo ilogico seguir más allá de una cuarta temporada, pero Vince dice que terminará en la quinta, asi que seguro que algo inventa.

El hombre de las gafas ha dado mucho, mucho juego... !se merece un homenaje!

satrian dijo...

La escena con Giancarlo bajando las escaleras con la voz de fondo de Bryan atemorizado, es impresionante, esta parte del episodio del cutter va a quedar para la historia de la serie seguro.
Yo como tú es el primer año que la veo a ritmo estadounidense.

alvarri dijo...

me ha gustado eso de "Y yo que pensaba que no podría olvidar nunca al peludo de Hal, ese padre despreocupado que Walter se ha comido de un bocado en cinco minutos. ¡Qué iluso!"

yo cuando vi el primer capitulo dige anda el padre de malcom, despues de terminar ese primer capitulo ya es El Sr.White

seriéfilo dijo...

La escena, como decia Satrian, es de las que impactan y de las que no se olvidan facilmente.

Haber cual es el siguiente papel de Branston, pero Walter será dificilmente olvidable.